LAS ORQUÍDEAS

Las orquídeas son muy adaptables, crecen tanto en el suelo como adheridas a los árboles o hasta a las rocas. Pero la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y de los Recursos Naturales (UICN) advierte que si el hombre sigue deteriorando el entorno natural de estas majestuosas plantas, puede que muchas variedades silvestres no sobrevivan. Las alteraciones del hábitat hacen que los insectos esenciales para la polinización se extingan o se trasladen a otro lugar. Cuando eso sucede la orquídea no puede reproducirse. Se calcula que de los cinco millones de orquídeas que se venden anualmente en el mundo, el 20% es silvestre. Según la UICN, sacar esta hermosa planta de su entorno dificulta la conservación de su especie. De ahí que el citado organismo recomiende que quienes deseen orquídeas compren las que se han cultivado en un invernadero, en lugar de arrancarlas de su medio natural.

Se conocen por lo menos veinte mil especies de orquídeas. Algunas son plantas de solo seis milímetros de altura, y otras, enredaderas de hasta 30 metros de longitud. Si bien, la mayor parte de las especies medran en cálidas regiones tropicales regadas por abundantes lluvias, su supervivencia depende del delicado equilibrio de la naturaleza.
Lamentablemente, la ignorancia y negligencia del ser humano siguen dañando el medio ambiente y poniendo en peligro una cantidad cada vez mayor de plantas, entre ellas la orquídea.